Originalmente la propiedad contaba con dos molinos que aprovechaban las aguas de la vertiente sur del Sueve, en ellos principalmente se molía maíz, obteniendo una fina harina que servia de ingrediente base para muchos platos típicos de la zona.
Del segundo y más alejado de la propiedad aun se conservan algunas ruedas de molienda y otros engranajes. El primero y más cercano ha llegado casi intacto hasta nuestros días y en la actualidad se está rehabilitando y adaptando para ser el futuro Spa del Palacio, de esta manera, seguirá aprovechando el agua que diariamente le regala el Sueve.
|